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martes, 31 de mayo de 2016

Reglas de etiqueta para ir al cine

Aparentemente ir al cine es lo más simple del mundo y no tiene mayor complejidad ¿a poco no? Basta con comprar un boleto, ir a la dulcería, entrar a la sala y listo.

Sin embargo, la verdad es que todo en la vida está sujeto a reglas no escritas, que ayudan a que la convivencia entre individuos no se salga de control. Ir al cine, al ser un acto social, requiere de ciertos códigos que nos permiten tanto disfrutar de la experiencia, como dejar que el resto del público lo haga también.

Por eso en Sopitas.com hicimos una pequeña lista con algunas reglas básicas para ir al cine. Échale ojo a ver qué tan bien te comportas:

1. Puntualidad

He aquí el primer principio básico: Habiendo tantos cines y pudiendo comprar boletos desde internet, es imperdonable que llegues tarde a alguna función o ya que comenzó la película.

Ahora, tampoco es un delito llegar durante los anuncios o cortos de otras películas, situación en la que aún puedes usar la lámpara de tu smartphone para alumbrar y buscar tu lugar. Ojo, si por alguna cuestión llegaste ya que comenzó la película espera a que la sala se ilumine durante alguna escena en la que haya mucha luz y ocupa tu asiento.

2. Comida

¿Vas a ver una película o alimentarte? No estamos en contra de que la gente coma cuando ve una película pero sí del escándalo que a veces provocan al abrir empaques y envoluras, masticar con la boca abierta, o sorbiendo el refresco por medio de un popote. Eso sin mencionar a quien tira la bolsa de palomas a media función.

Si lo anterior estaría mal visto en un restaurante o cafetería, lo es mucho más en el cine donde se supone que todos están poniendo atención a la proyección.

3. Hablar con los demás

Está bien hablar con tus acompañantes cuando haces fila en la dulcería, cuando entras a la sala y la película aún no comienza e incluso durante los trailers o cortos de una cinta, pero una vez que comenzó la proyección evítalo en medida de lo posible, sobre todo en los momentos de tensión en la trama.

4. El chistoso

Nunca falta el tipo que a media película hace un comentario tonto, provocando las risas de algunos de los asistentes. ¿El resultado? El bufón en cuestión se siente el más gracioso del planeta y se la pasa diciendo cosas “chistosas” cada dos segundos. Lo peor es que cuando les pides guardar silencio todos sus amigos y acompañantes te echan bronca.

5. El celular

Lo básico es siempre ponerlo en vibrador, y claro, no sacarlo durante la función. Por desgracias son muchos quienes a media función lo hacen para ver sus notificaciones, responder algún mensaje o postear algo.

¿De verdad es tan difícil dejar de usar el teléfono por dos horas?

6. Llevar niños muy pequeños

Igual y no tienes dónde dejar a tu pequeño hijo y decides llevarlo al cine cuando vas a ver una película que claramente no es de corte infantil. Lógico, el niño se desespera, comienza a hablar y hasta llora. ¡¿¡¿los demás qué culpa tenemos?!?!

7. Ponerte de romántico

Es muy incómodo sentarse atrás o junto a alguien que anda derrochando pasión en el cine.

Ok, sabemos que el cine es uno de los mejores sitios para echarse un fax, gracias a la obscuridad que permite cierta intimidad. Si esta es tu intención busca una película en la que no haya muchos espectadores (las de cine turco por ejemplo), en un horario donde no haya niños y ocupa las filas de hasta atrás. Si de plano andas muy caldufo pues vete a un motel directamente.

8. Ocupar el asiento que no es tuyo

Actualmente es posible elegir el asiento en el que te sentarás durante la función. Por lo general esto no brinda mayores problemas, a menos que al llegar a la sala encuentres a algún vivales ocupando tu butaca pues las que el consiguió están hasta adelante.

Aunque esta situación suele darse por algún error de atención, la mayor parte del tiempo es para apañarse un mejor asiento.

9. Evita el efecto muégano

Si vas a ver una película que no tiene mucha demanda y más de la mitad de los lugares de la sala están disponibles, no te aconsejamos elegir una butaca que esté junto a unas ya apartadas. ¿Qué afán el de sentarse junto a un extraño teniendo la oportunidad de sentarte a tus anchas?

10. Moverte todo el tiempo

Hay gente imposibilitada para permanecer quieta durante una proyección, y cada dos minutos estira los brazos, mueve los pies y se acomoda una y otra vez. Queremos que sepan que en el infierno hay un lugar para ellas.

11. Dejar tu lugar hecho un marranero

Aunque después de una función por lo general entra el personal de limpieza a limpiar la sala, esto no te da derecho a dejar tu lugar regado de palomitas, con el recipiente de los nachos tirado en el suelo y el piso pegajoso porque tiraste el refresco.

Nada te cuesta agarrar tu basura, sacarla y tirarla en los botes de basura que están afuera de la sala.

12. Robarte los lentes 3D

Puede que el complejo cinematográfico al que acudiste no se vaya a la ruina si te llevas unos lentes a tu casa, pero seamos honestos ¿para qué diablos los quieres?

* * * * *

Todas estas reglas se resumen en algo básico: No hagas lo que no te gusta que los demás hagan mientras ves una película.

¿Alguna otra que sugieran?



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